jueves, 29 de enero de 2009

Re: Pizarros contra Garcías

A continuación hago un par de correcciones al post anterior, haciendo corrección en dos hechos:

Ignacio Merino es en realidad Ignacio Medina, trabaja en la revista Cosas (peruana) y entiendo que en Gran Reserva.

Al parecer el culpable de la xenofobia no es ni Ignacio, ni los fotógrafos, sino la misma víctima, Yolanda. Hay muchas razones para dudar de la versión:

En el evento no sólo hay periodistas españoles, por lo que no tiene sentido que todos miren cómo suceden las cosas sin hacer nada.
No se les consultó a los protagonistas del hecho antes de lanzar la acusación. Ignacio en una entrevista cuenta otra historia, que leyendo mas por ahí me dí cuenta que la versión la comparten otras personas. Yolanda supuestamente fue la que agredió a los fotógrafos, que aparentemente eran peruanos, tildándolos de cholos de mierda. Eso si es comprensible, ya que conozco muchos peruanos así, que como no parecen autóctonos se las dan de superiores. Tampoco puedo asegurar que Yolanda sea asi pero hay lugar a la duda.

En El Útero de Marita pueden ver más detalles. Es en realidad preocupante cómo se ha volteado la tortilla, y personalmente me siento mal por haber actuado con el hígado y no con el cerebro, puedo decir en mi defensa que no he encontrado mayor información en internet, pero confíe en un par de fuentes al parecer confiables: El Comercio y Periodista Digital, en cuyo blog escribe un defensor de Yolanda en el momento del incidente.

Desde aquí me retracto de lo dicho, y hasta que no se demuestre la culpabilidad espero que la imagen de Ignacio Medina se ve dañada, junto con la de las dos publicaciones.

Todo lo demás escrito, la xenofobia y la injusticia sigue tal cual.

domingo, 25 de enero de 2009

Pizarros contra Garcías

Estos últimos días de las semana me han recordado que el mundo puede ser un lugar bastante injusto.

Ayer leí una nota sobre una periodista compatriota, Yolanda Vaccaro, de El Comercio, que en un evento llamado Madrid Fusión, fue maltratada física y verbalmente por unos periodistas españoles. La tildaron de "sudaca de mierda", la empujaron y fastidiaron. Para colmo de males, la administración del evento no hizo nada y un gastrónomo (Ignacio Merino) atinó a decirle "criolla de mierda", ese mismo sujeto viene a este país sudaca de vez en cuando. Supongo que vendrá con un potente jabón para sacarse la porquería sudaca que se le debe impregnar. Espero que nunca más vuelva a pisar este suelo.

No es la primera vez que escucho esto de los españoles. Lamentablemente nuestros compatriotas y hermanos sudamericanos han hecho poco por mejorar nuestra imagen, yendo a robar y a malvivir, pero eso no es razón para que gentes supuestamente "más civilizadas" que nosotros vayan a agredirnos. Recuerdo claramente el caso de una ecuatoriana que fue pateada por un español en un tren. De un peruano asesinado en una discoteca, una gitana muerta en una playa ante la impasividad de unos italianos, israelitas contra palestinos, los eternos problemas de los "afrodescendientes" (me lo acabo de inventar). Ni nos vayamos al pasado, digamos a la segunda guerra mundial.

Estos actos de intolerancia y xenofobia me indignan, mas que como sudamericano, como persona. No condeno a todos los españoles, sino a los ignorantes que creen que la solución a su problema es la violencia y la humillación. Tengo algunas amistades españolas y por lo poco que les conozco han demostrado que son buenísimas personas.

El viernes que salí con una amiga que trabaja en Europa me comentó algo mas: ella quizo estudiar en un plan de ayuda a la gente que quería seguir estudiando de manera gratuita, al parecer financiada. Lamentablemente le negaron seguir con sus estudios por que ella no era europea o británica. Imagino el drama que debió ser y la frustración que habrá vivido. Es muy injusto que a alguien que quiere progresar se le niegue por el hecho de ser diferente, es decir de otra nacionalidad. Lamentablemente la ley es la ley.

Viéndolo de un punto de vista mas alejado, es lógico que la ley proteja a su gente, porque si no todo el mundo aprovecharía y no se puede ayudar a todo el mundo. Lo triste en realidad es ver que mucha gente europea, por el apoyo de sus gobiernos, no quieren progresar. Regresando a España y no lo digo yo, he oido críticas de sus mismos compatriotas sobre el español holgazán que no quiere ser más. Lo mismo ocurre en otros países europeos. Es curioso, pero comprensible. Una profesora nos comentó que en Francia se apoya mucho al empleado que pierde su empleo, financiandoles por mucho tiempo su desempleo. Increíble, ¿no? Eso sería para nosotros un enorme alivio, pero no, nosotros tenemos que seguir luchado para tener una vida mejor. Es como una curva social, en la que la sociedad llega a un punto en la que está tan bien que se dedica al ocio y decae. Algo similar vi en un país sudamericano, que tuvo un buen momento.

Yo no vivo en el pasado, aunque me guste recordarlo, pero es curioso esa intolerancia de parte de un país que vino a robar y malvivir en el nuestro, en tiempos en que este país era un imperio, desde donde salió un recogedor y se quedó un carnicero. Es obvio que esas personas ya no existen, pero parece que algunos olvidan rápido. Nuestra patria es un resultado de la madre patria. La vaca olvida cuando fue ternera.

Este tema da para más, pero en resúmen, cuando sus países entren en crisis (como lo están ahora), ¿a quienes acudirán? yo no escupiría al cielo...

Pensamiento final: he postulado a unas becas en España. Por el momento tengo sentimientos encontrados sobre esto. Puedo ir y enfrentar la injusticia cual caballero andante, pero esto supondría mi clara anulación de la beca, comprometiendo mi futuro y mis proyectos en mi país, pero como se que no haré tal barbaridad, me sentiría muy infeliz de hacerme el loco mientras que alguien es pisoteado a mi lado. Espero que el tiempo me haga reflexionar mejor.

Qué mundo tan injusto.

sábado, 17 de enero de 2009

Apagón!

Como si fueran otros tiempos que esperamos no vuelvan a pasar, ayer nos cortaron la luz.

Llegué a mi casa a eso de las 7pm y me encontré con mi papá llamando por teléfono furioso, resulta que nos habían cortado la luz unos ineptos de una empresa de luz del sector sur (adivinen cual es), según órdenes decían ellos. La orden era de cortar los cables de luz de la construcción de al lado, pero por alguna razón muy antigua los cables venían de la misma fuente, que compartía con mi casa (no compartía sus gastos).

El tipo corta la luz sin permiso y la casa se queda sin energía. Mi padre sale a ver que pasa y lo encuentra al sujeto con "el cable en la mano" y le dice que nos cortó la luz. Como buen paisano, terco, dice que no lo hizo, a pesar que le demostraron que sí lo había hecho. Al rato llaman a la policía, serenazgo y la fiscalización de la municipalidad y según me cuentan el pobre diablo se vió rodeado, y a mi parecer de puro miedo dijo que la conexión era clandestina. Famoso epitafio de algun otro técnico necio. Le ordenan al rato reponer la energía pero el sujeto aprovecha un momento que mi padre entra a la casa para hacerse humo.

Cuando llego yo no habia luz, mi padre al teléfono furioso y mi mamá y hermana a punto de irse a la calle. "Abandonan el barco como las ratas" dice mi papá intentando que se queden. "Hablamos" recibe por respuesta. Ja, en fin, que me queda mas que quedarme con el ahi a oscuras... gracias a Dios por el Nintendo DS. El teléfono suena, número equivocado, esperábamos a que venga una cuadrilla a las 9pm para reponer la luz... 4 horas desde que la cortaron. Vuelve a sonar, algún familiar. Mi viejo llama a eso de las 9.20pm quejándose, pide que le pasen con la jefa de área o similar, le dicen que espere pero harto de tanta espera exige que le devuelvan la llamada. ¡No lo querían hacer! Supongo que eso les gasta dinero. Al rato llaman para decirle que va a ir una cuadrilla, pero antes le dijeron que el reporte del técnico chistoso fue que era una falla, que nosotros teníamos conexión clandestina y una serie de cosas que lo hacían zafarse del problema. Luego se acordó lo de la cuadrilla.

A eso de las 10 llega una cuadrilla distinta a la anterior. Llaman al payaso y confiesa que cometió un error. Al menos lo reconoce. Tal vez la denuncia no se lleve a cabo, pero no podría asegurarlo.

La cuadrilla trabajó incansablemente por dos horas. Yo hace rato había cancelado un par de invitaciones a salir por quedarme ahí con mi viejo, y a eso de las 12 cuando estaban a punto de arreglar, mi madre y hermana habían regresado y mi hermano llegó de trabajar con helados para todos, pude irme.

La empresa tuvo que destruir un pedazo de vereda nuevamente para reparar su error, que graias a Dios se solucionó "rapidamente", esa vereda la habían tapado después de cortarnos la luz. En fin el que hace mal las cosas trabaja doble (y gasta doble).

Lo bueno de todo esto es que salieron al cine (de hecho no salen de hace mucho tiempo), y nos quedamos conversando juntos como se hace pocas veces. Algo bueno tuvo el incidente. Ah, y me dieron un chocolate del cine y un helado.

Epílogo: mas tarde cuando salí descubri por un vazco que mi apellido materno es vazco. Lo que son las cosas.