Esta es una historia muy larga y con casi todos los detalles de nuestro viaje al Cusco. Tenía que escribir algo largo después de todo este tiempo de sequía.
Desde el 18 al 22 de setiembre me fui a Cusco acompañado con Chio. La previa al viaje fue un estrés, primero porque por ciertos asuntos en el trabajo (razon or la que preferí no escribir en el blog por un tiempo) me retrasaron el viaje, y no podía confirmarle a mi amiga cuando podría o si es que podría viajar.
Afortunadamente, logré confirmar mis vacaciones cortas (2 días, sin contar el sabado y domingo) y le evité el tedio de tomar un tour, porque la mochila es mejor. Así que preparamos maletas, compramos pasajes, y volamos. Los vuelos de ida y vuelta fueron de madrugada, para aprovechar todo el jueves y el domingo, y de pasada llego listo al trabajo con la mente despejada y el cuerpo cansado, pero de hacer ejercicios que tanto necesita.
La china, amiga de Chio, le recomendo hacer mil cosas asi que tenpiamos un plan mas o menos interesante, entre las actividades figuraban ver el amanecer en Machu Picchu, ir a Pisaq el domingo y comer empanada y tomar chicha (esa fue mi idea), y subir al Huayna Picchu. Pudimos cumplir esas tres, pero dejamos pendientes otras menores como para hacerlas en el siguiente viaje. Tal vez despues de Grecia, o después de que deje de soñar jeje.
Jueves 18
Apenas llegamos lo primero que hicimos fue registrarnos en The Point, el hostel de mochileros que habiamos elegido como base de operaciones. Debo reconocer que el sitio fue fantástico, en las paredes de casi todo el lugar se podían ver inscripciones, fotos y recuerdos de los viajeros que alguna vez pisaron el hostel, dejando huella en el lugar. Luego nosotros pusimos nuestra marca.
A continuación fuimos inmediatamente a la estación Wanchaq, donde queda una oficina de Peru Rail. Antes de llegar compramos en el camino unos porta botellas que por 3 soles nos hicieron la vida mas fácil, fácil nos me duren mas de 2 meses, pero valieron la pena. Una vez en la oficina, pedimos el precio del pasaje. Primero nos ofreció uno de 40 y tantos dolares. No puede ser, le pedí mas precios y me ofreció uno "backpacker" que sólo valía 30 y tantos. Imposible, pero si no había otro, caballero nomas. Chio le dijo que no, que a ella le habían dicho que habia un precio mas bajo para peruanos... Ah son peruanos, hubieran empezado por ahi... y nos costó 20 soles IDA Y VUELTA por los dos. Nota: en todo digan que son peruanos, ese precio no lo tenían ni en el folleto ni lo mencionaban, es algo super secreto.
Salimos contentos del lugar y nos pusimos a caminar, desayunamos en el legendario Ayllu, caminamos por los alrededores, paseamos un poco por San Blas, fuimos asaltados por mercachifles y agentes improvisados de turismo, en fin, toda la fauna de negociantes de cualquier lugar turístico que se precie. Almorzamos en café Bagdad al lado del Ayllu mas o menos, buena la comida y buen ambiente. Me compré el chullo y una máscara de unos danzarines llamados Los Pablitos, un pasamontañas con bigote. Ah si, ese mismo día teniamos que tomar el tren, así que fuimos donde unos agentes de turismo, que están en la misma calle del Ayllu, Portal de Carnes creo yo, que nos quisieron florear como si fueramos ricos e ingenuos. No les recomiendo que vayan ahí, a menos que sean buenos. Chio me sorprendió con su forma de hacer negocios y logramos un buen precio por un taxi hasta Ollantaytambo, hospedaje en Aguas Calientes y un guía en Machu Picchu. En realidad nos dimos cuenta luego que nadaa de eso era necesario, pero preferimos evitar desgracias futuras. La próxima vez vamos así nomas, luego del viaje por Egipto claro.
En The Point acordaron no cobrarnos por esa noche que no ibamos a estar pero si desde la siguiente, es decir, desde el viernes. Genial, mas ahorro para el bolsillo y punto para The Point.
El viaje en tren fue una pesadilla, a pesar de que el tren de locales estaba muy limpio y ordenado, ni viajamos con el ganado que ya habíamos imaginado ni viajamos parados ni tirados en el suelo, pero me agarró un poco de soroche y sufrí todo el viaje. Pero no importa, Machu lo vale.
Viernes 19
La noche, nos recibió el guía y nos indicó que debíamos hacer en la mañana siguiente. Entonces a las 4.30 am ya estábamos haciendo cola para subirnos en el primer bus que nos llevaría a Machu Picchu, pero otras personas ya habían empezado a subir desde antes por el caminito inca, que va, mejor me aguanto un poco, espero ser de los primeros. Una vez arriba, hicimos cola para que nos dejen entrar al complejo que abría a las 6 am. Ahí ya habian como 200 personas esperando, entre turistas del hotel de ahí mismo y los del camino inca. Tenemos que correr si queremos alcanzar el cupo de 400 personas para el Huayna.
Esta parte fue curiosa. Apenas abrieron fuimos a toda velocidad hacia la entrada al Huayna, cruzando por toda la ciudadela, pobre Chio, la maravilla del mundo pasaba a toda velocidad a su lado y no podíamos detenermos a contemplarla, pero mas tarde lo hariamos. Huayna Picchu fue una buena desición, pero tuvimos que sacrificar ver el amanecer desde el punto especial. Pero igual tome buenas fotos.
El guía nos presentó a una guía que nos paseó por la ciudadela apenas sacamos el cupo y nos explicó qué era cada parte del complejo, la chica fue divertida porque siempre nos quería enseñar que cuidaramos la naturaleza y que dejemos de hacerla mierda, cosa muy cierta. Bueno esta parte la deben vivir ustedes, realmente quita el aliento ver esa ciudad en las nubes.
Una vez terminado el paseo, andamos un poco a solas y nos tomamos la foto en la torre del vigía, el punto clásico de la foto. Luego nos presentamos a las 11 am en la entrada al Huayna para hacer el ascenso. La guía nos recomendó no subir porque ayer se había caído un turista y dos mas habían muerto unos días atrás. Gracias señorita, ese es el aliento que necesitamos... Recomiendo mucho tener un físico decente y no hacer como yo que subí a la guerra y haciendo mil paradas. Los escalones son engañosos y a veces ni siquiera hay escalones, solo cables en ciertos lugares y al final de todo, como si se tratara de la prueba final, una soga que te permite subir un anden. Allá en lo alto la recompensa es grande, abarcas toda la ciudadela en una sola toma, puedes ver hasta tu casa desde allá, es simplemente impresionante.
Tomamos las fotos de rigor, me dió vertigo en unas escaleras alucinantes, compartimos la coca con un frances/español que pedía a gritos un cigarrillo para controlar sus nervios, y comenzamos el descenso. Gracias a Dios fué mas sencillo y con menos paradas. Lamentablemente no dábamos para la Gran Caverna que prometía aún mejores vistas, pero eso no importa. Allá abajo me metí a una de las dos casas techadas de la ciudadela y me eché a dormir un rato en la frescura del interior. Mas tarde seguimos mirando y caminando y al salimos del complejo, haciendo una parada en la fuente de soda mas cara del Perú, se aprovechan de nuestra nobleza... Ah si, el francés ya estaba ahí disfrutando su helado antes que nosotros, ¿como lo hizo? no lo se, de repente cuando me quedé dormido.
En Aguas Calientes paseamos un poco y almorzamos en el restaurante de "I'm number one", un mozo que se presentó de esa manera, espero que no haya sido un cyborg... luego compramos un alfajor y una tartaleta que lo tenía todo, por 3 soles cada uno fue una verdadera ganga. Ah si, no podía faltar nuestro chapuzón en las aguas termales, pero Chio no se lanzó asi que lo hice yo y por un rato nomas, para relajar mi cuerpo un poco. Recomiendo ir a donde están todos porque la primera es muy fría y la segunda es tibia y sin gracia, la tercera es la mejor.
Como olvidar al Indio Feliz, el mejor bar - restaurant del lugar, lamentablemente nuestros dineros eran escasos y nuestro tiempo corto, asi que solo nos tomamos una foto en la entrada y el dueño, un francés muy amable, nos dió una muetra gratis de lo que sría el futuro nuevo bar, una maravillosa mezcla de andino con elementos marinos, algo así como ir al Scumm Bar de Monkey Island con chullo. Prometo ir al Indio Feliz en nuetro próximo viaje, después de visitar los castillos de Francia.
El viaje de regreso fue mucho mas feliz y llevadero y llegamos medianoche al Cusco sin mas novedades, excepto que cuando bajamos en la plaza no sabíamos para que dirección quedaba el hostel, tomamos un taxi que también se dió un vueltón, para luego llevarnos al hoste, que quedaba ¡a media cuadra! los 3 soles peor gastados (ya tenemos tres 3 soles en esta historia). Luego en The Point se había armado una fiestecita en el bar interno The Horny Llama. Me tomé un par de rones y a dormir se ha dicho, Chio no pudo ir porque le agarró humedad en los pies ya que en el bus le tocó un lugar con mucha corriente de aire.
Sábado 20
El sabado temprano nos echamos una partidita de pool en el Horny Llama y luego nos fuimos para la plaza a ver algunas cositas, nuestro plan era conocer Saqsaywaman y cuanto podamos. Pero antes entramos al Qoricancha. El lugar como siempre bien limpio y cuidado, una joya de la arquitectura española e incaica, la historia del lugar es otra cosa, pero a mi me gustó lo que ví. Logramos sacar unas fotos muy buenas pero no podremos reproducir aquí por temor a represalias de la Inquisición, así que los dejaré con las dudas.
Antes de entrar al Qoricancha Chio quería una foto en la puerta de la iglesia, así que preparé la camara y justo una mamacha se le acerca con el corderito, como yo estaba cruzando la pista sólo me quedé a obsevar como ella trataba de rechazar a la mamacha pero al final acepto y le tomé la foto. ¿Que pasó? le dije, y ella me contesta que le dijo que no, que le daban miedo los perritos pero la mamacha me dijo que no era un perrito es un cordero. Ah, perdiste pues, y te tuviste que tomarte la foto. Nota: No confundir perros con corderos.
En Saqsaywaman realemnte nos tiramos casi todo el día, y nos fuimos a un paseo a caballo muy simpático, que nos llevó desde Saqsa hasta el templo de la Luna y Q'enqo. Ese paseíto por el bosque de eucaliptos fue buenísimo, las fotos nos salieron geniales y comprobamos el poder protector de los chullos, con el frío de la noche encima nuestro. Ya luego abajo en Cusco fuimos al hostel a dejar nuestras cosas y me topé con un par de colombianos que necesitaban un sitio típico para comer, como no había visto uno les recomendé un chifa que es comida china y peruana. La dirección estaba mal y los mandé al desvío, y bueno, ya se habían ido... entonces salimos nosotros a comer y encontramos un huequito donde por 3.50 y 4 soles comimos un combo alucinante: chaufa+salchipapas+vaso de gaseosa y yo aguadito de pollo+1/8 pollo con papas+chaufa+ensalada. Rico y barato, y para celebrarlo una pizza personal cada uno en la pizzería del lado, Pizzaito, rica y barata. Ambos lugares se encuentran en la calle Ayacucho, entrando desde la avenida El Sol a una o dos cuadras.
Mas tarde regresamos al Horny Llama a tomarnos algo y me encontré con los colombianos. Si, me dijeron que se perdieron pero que dieron con el chifa y comieron, que estaba rico y les hubieramos dicho para ir al huequito que encontramos después. Luego en el bar me tome un par de rones con Chio pero resultaron ser sólo Coca, claro que me cobraron como Coca sola. El barman, un irlandés que no me entendió se habría equivocado. Entonces nos bebimos un poco de coca y fuí donde el barman a pedirle ron y le pagaba lo restante, pero el, con su polo de Evo Morales, me echó el ron gratis, ¡grande barman!
Domingo 21
El domingo muy temprano nos levantamos para irnos al mercado de Wanchaq a comprar el sauco y la miel prometidos, ya había comprado queso así que necesitabamos completar el desayuno de campeones. Luego de las compras nos metimos a un micro que nos llevaba a Pisaq, por 3 soles de pasaje y una aplastadera impresionante llegamos a la plaza, un sitio de colores y vistas espectaculares. Siempre me ha gustado la plaza de Pisaq, en ese lugar o compras o compras, no puedes escaparte de eso. Me tomé las 3 chichas que habían: morada, de quinua y de jora de maíz morado, mis 3 empanadas en horno de barro y las compras de rigor.
Pero antes fuimos a lo alto, a las ruinas de Pisaq. Vaya, que manía de construir en las alturas y en lugares tan difíciles. Jugamos al vencindario en las casas allá arriba, me gané con lo que decía una guía sin pagarle nada y tomamos mas fotos. Pisaq es impresionante en realidad.
En la plaza descubrí una marca de ropa a estilo Cuy Arts llamada Mullu, muy buena, menos colorida pero mas realista pero cara, así que tuve que pasar. Pero me compré mi chompa de alpaca y Chio una bolsa que fue clave en el descenso.
Salimos de Pisaq con el viento azotando las tiendas y puestos, despúes de presenciar una pequeña procesión hacia la iglesia, que cerró sus puertas apenas terminó la misa con siete llaves. Abajo paramos en Tambomachay y vimos el lugar del culto al agua, nos fumamos un cigarrito y continuamos viaje hacia Puka Pukara, al lado de Tambomachay, una especie de fortín de entrada a Tambomachay. Nos quedamos en la carretera de nuevo con frío preguntandonos si algún amable turista nos recogería en su bus, y un carretillero nos vió y le hizo señas al bus público que justo pasó para que nos recogiese. Así que de nuevo al viaje aplastante, pero mas corto.
De nuevo el Cusco, hora de prepararse para lo último. Lastima que no llegamos a tiempo para la obra en el centro de Arte Indigena, pero ya lo veremos en nuestro próximo viaje despues del paseo en Venecia.
Cenamos una súper pizza en Pizzaito y caminamos un poco mas, ya era hora de dormir. En The Point nos dijeron que por ciertos problemas en la reserva nos iban a cambiar por esa noche la habitación privada (The chapel, una ex capilla de la ex imprenta que fue The Point) a una compratida (The minefield, llamada así en honor a las sorpresitas que dejaba una parejita de enamorados en las noches de pasión). Bueno, podremos sobrevivir, ya esa parejita se había ido. Subiendo las escaleras hacia la habitación hablabamos que lo bueno de los viajes era desconectarse de la tecnología. Pero claro, encontramos el internet libre y nos montamos en las pcs a revisar correos... Adictos somos. Al lado nuetro un irlandes puso en youtube un video de su amigo bailando en un sambódromo con varios litros de alcohol encima, un mate de la risa.
Lunes 22El final de nuestro viaje. recogimos las maletas y bajamos. Pero antes pedi los plumosnes y dejamos nuestra firma. Chio puso una frase en italiano y yo puse una promesa de volver. Cuando nos íbamos aparecieron los irlandeses completamente ebrios y uno de ellos nos pide que no nos vayamos, que nos amaba y besos y abrazos, y su amigo nos pide disculpas jaja me rio, no te preocupes. Ah, tu eres el que pidió ron gratis ayer. Ah hola tu eres el barmen del polo de Evo Morales. Si, ¿todo bien? si claro.... bla bla bla
En el aeropuerto nos tocó esperar 10 minutos mas, pero ya no faltaba mucho para irnos. Ya hemos llegado a Lima, hora de trabajar.
Chio, estudia mucho que cuando termines con éxitos te estaré esperando en Mayo, con algún nuevo destino listo, después de nuestro paseo por los mercados de Marruecos.
Frases célebres:
"No puedo creer que estemos aquí" repítase como un mantra y algo mágico sucederá.
"me dan miedo los perritos" "no es un perrito, es un cordero"
"...I've been following you..." misterioso personaje que me asustó en Saqsaywaman
"¿Puedo tomarle una foto?" "claro pongase con sus amigas y le tomo" "no, a usted con ellas" misteriosas fans en Saqsaywaman
"...y estar desconectado de la tecnología... ¡la internet esta libre!"
"¿cuanto cuesta el pasaje/menú/etc para peruanos?"
