viernes, 27 de junio de 2008

...hasta que la gorda cante


El jueves una amiga me invitó a ver una ópera, llamada Il Tovattore, que trata de un conde que busca venganza contra una gitana que mato a su hermano, pero además el pretende a una noble que está enamorada de un trovador. En fin, toda una tragedia como Dios manda. La obra estuvo muy buena, aunque la puesta en escena fue bastante simple, pero imagino que se debía a los precios de las entradas. Aún asi todo estuvo muy bien. El enlace de arriba es la parte donde los gitanos cantan en su campamento. Genial.


El teatro donde se presentó la obra se llama Roma, que queda en Avellaneda, fuera de Buenos Aires Capital. Para llegar tome un tren, el subte y un taxi, y para regresar un colectivo y otro taxi. Imaginense la distancia. Bueno, el teatro tiene cerca de 104 años de antigüedad, y aunque pequeño es bastante bonito. Miriam, la amiga, está estudiando canto y otras cosas relacionadas en Argentina, porque aquí la educación es gratuita, cosa que me parece fenomenal.


La primera vez que fui a ver ópera fue en el Teatro Municipal de Lima, antes del horrible incendio que destruyó tan hermoso lugar, además de casi acabar con una afición que no tiene impulso en el Perú. Espero estar equivocado, porque últimamente veo obras de teatro mas seguidas en la ciudad. Fui a ver en doble función Cavalleria Rusticana e I Pagliacci, hermosísima y realmente conmovedora. Me emocioné hasta las lágrimas cuando el pobre protagonista canta "Rie, payaso", espectacular. Maldita Colombina! (el enlace muestra a Pavarotti, pero el no cantó en la que yo vi).


Desde pequeño me gustaba mucho la música clásica, en mi casa tenemos hasta hoy LPs y cassettes con muchas obras, pero nunca encontré mucho sentido a la ópera, es decir, todo lo hablan en italiano, no se entiende nada y encima todos mueren sin saber por qué. Pero en los teatros te ponen los subtítulos oh maravilla, ahora entiendo porque el pobre diablo quería vengarse. El cine rara vez me ha logrado emocionar con algún peronaje de esa forma, bueno, es otro arte, menos emotivo quizá porque no tiene la mistica de un teatro, donde las cosas son en vivo y los escenarios a veces son tan simples que la imaginación de uno vuela tratando de recrear un verdadero campamento gitano de un monton de sillas de metal y una fogata de la nada.


Espero aprovechar bien mi estadía en Argentina y ver todo lo que pueda de teatros. Y a ver si me escurro en en Colón, lamentablemente para mi cerrado por remodelamiento. Parece un sueño ese sitio. Ojalá ocurra lo mismo con nuestro recordado Municipal.


Bueno, la gorda no cantó, sino un tipo en la calle, pero debe ser gordo y quizá algo afeminado. Buenas noches.

2 comentarios:

Armando García Becerra dijo...

Que bueno, loko, sacale el jugo a tu estadía en países extrangeros. Los viajes son siempre la oportunidad para absorver cultura, y eso es algo que hay que felicitar.
Cuídese!

Kryor dijo...

aparte de absorver unos kilitos de mas, en tu caso ya casi una tonelada, sigue en el gym oe!!!!!